jueves, 2 de julio de 2009

Reflexiones

Hace casi 10 años que trabajo de peluquero, nunca pensé que iba a seguir adelante en una profesión que prácticamente se apoderó de mi. En un principio me mantuve en el tema porque existían razones, que al pasar el tiempo perdían su valor , pero había una, que nunca cambiaba y que cada vez se ponía mejor (mis conversaciones con la clientela)

Cuando tengo una persona sentada ahí, mirándonos por el espejo, empiezan a suceder cosas bien especiales, atiendo mas de 10 personas por día, así que es imaginable que llega desde la niña inocente y buena , hasta la señora mas sofisticada que se puedan figurar. Pero no por trabajar en Vitacura solo me toca ver personajes de un solo tipo, como mucha gente podría suponer

El otro día atendí a una clienta que voy a llamar Daniela, para no comprometerla
Llego con su pelo largo, eterno, era finito y le caía por la cara dejándola casi escondida.
Acudiendo a mi intuición y mi humor me animé a decirle que su look era muy niña bien,
Ella se empezó a reír casi como sintiendo que era un mago, y como preguntándose cómo había podido yo adivinar algo así, simplemente al ver su pelo.(ese fue un secreto que no se lo develé) yo estaba en lo correcto.

…Y entonces empezó nuestra charla de cómo le quedaría mejor (veia algo especial en su mirada). Tiramos unas pautas… y nos relajamos los dos , en una conversa que resulto ser mas sorprendente de lo que me habría esperado. En un momento Daniela me dice:
-Mi suegra también es peluquera
-Si ¡! y donde trabaja?
-En San Miguel
-Eso es lejos de acá no?
-Si

Con ese breve diálogo algo en mi quedaba descolocado. Ella me contó que no todo era tan típico como uno piensa, que siendo del colegio Cumbres igual se había casado con una persona mucho menos snob que cualquiera de sus compañeras.
Después de eso me animé a jugármela más de lo normal , hasta que terminé y pude ver a una mujer cuya imagen reflejaba sus sentimientos y carácter

Una vez más una mujer que pudo encontrar consecuencia entre su deseo y su actuar….
y ahí se fue con sus pelos al viento feliz por la vida.
Yo quede con una historia mas en mi cabeza, un recuerdo de algo tan real, como efimero.

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